Misión

Quizás sea posible un mundo sin plástico, pero un uso responsable del plástico ofrece muchas ventajas a la calidad de la vida humana:

– Mejora la conservación de los alimentos, reduciendo el desperdicio.

– Mejora la higiene al reducir la contaminación.

– Simplifique el embalaje, reduciendo el uso de materias primas.

 

 

La definición de uso responsable incluye muchos aspectos de la vida diaria, desde simples acciones diarias hasta acciones más específicas.

 

El plástico abandonado o vertido en el medio ambiente no es responsabilidad del plástico sino de acciones “poco responsables” del ser humano.

Reciclar es la palabra clave, es el lema que debe ser tomado por todo ser humano.

El plástico no puede clasificarse como “bueno o malo”, así como otros materiales naturales o artificiales. Su uso debe ser evaluado y los gestos de civilizaciones realmente pequeñas son suficientes para garantizar que el plástico tenga una función completamente positiva para todo nuestro planeta.

Una pieza de plástico usada no debe interpretarse como un desperdicio y, por lo tanto, como un problema, sino que debe verse como un recurso y, por lo tanto, nuevas oportunidades.

No hay material “plástico”, pero hay muchos materiales llamados plásticos, como PE, PP, PVC PET, etc., la mayoría de los cuales son 100% reciclables.

No hay material “plástico”, pero hay muchos materiales llamados plásticos, como PE, PP, PVC PET, etc., la mayoría de los cuales son 100% reciclables.

Reciclar cualquier material significa reducir el uso de materias primas para la producción de nuevos objetos; reciclar significa salvar el medio ambiente. La gestión prudente de los recursos conduce al concepto de economía circular, en el que una acción deriva de la anterior y conduce a la siguiente, en un círculo virtuoso en el que se benefician todas las partes.